Siempre he pensado que las cosas pasan porque tienen que pasar. Sin eludir la responsabilidad de mis actos, creo que la mayoría de las ocasiones en que las cosas se escapan de nuestro entendimiento (o mejor, de nuestra capacidad de aceptación) pasan por una razón que hoy no podemos ver, pero que con el tiempo comprenderemos.
Por supuesto, también he pensado muchas veces que me cuento esto para sentirme mejor, que me hago “una pequeña trampa”; sin embargo, el tiempo siempre acaba dando la razón a la primera premisa que enunciaba: las cosas pasan porque tienen que pasar.
De modo que si esto es así, ¿por qué nos cuesta tanto aceptar algunas realidades?: que hay que posponer ese maravilloso proyecto; que a pesar de una buena nota no consigo plaza en una oposición etc.
El proceso de aceptación es complejo por diferentes razones: casi siempre falta información, hay que aceptar que no controlamos la mayor parte de las cosas que nos ocurren en la vida y tenemos que aportar grandes dosis de humildad. Imagino que en un libro de cocina aparecería algo así:
Receta del día: Aceptación
Ingredientes: humildad, fe y positivismo
Tiempo de preparación: toda la vida
Dificultad: Alta
Así es que, parece que debemos convertirnos en expertos culinarios de una cocina, más o menos desconocida, y en la que seguramente al principio los platos quedarán a medio hacer o demasiado cocinados; pero en la que poniendo empeño y tomando nota de los errores cometidos, podemos crear ese plato exquisito para deleitarnos con su sabor, su aroma, su textura…… esa receta única llamada aceptación que nos convierte en personas y nos endulza la vida.
5 comentarios:
Buena receta!!!
Que tengas una semana fantástica
Besos de colores
Esta receta la tenemos que preparar a diario para día a día ir mejorándola y que al degustarla nos sepa cada día más sabrosa.
Besos
Hola Mª José!
muchas gracias por tu visita!!!
Feliz semana para ti también :)
Hola Asun!!
a que sí! estoy de acuerdo! caaada día... sin excepción :)
Te mando un abrazo muy fuerte!!
Querida Laura, pienso que en la aceptación reside el ingrediénde "secreto", para elaborar la receta de la vida.
Aceptación es diferente a resignación.
Nos has dejado una excelente entrada, de gran ayuda.
abrazos.
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