miércoles, 15 de abril de 2015

El poder de tu autoestima

Hace unos segundos han compartido conmigo un enlace al vídeo de Master Chef de ayer. Vídeo en el que a un concursante le juzgaban su plato y le comunicaban el veredicto: expulsado de esta edición.
Esa situación, la de que el jurado evalúe y dictamine ocurre todas las semanas y a todos los concursantes. Y cada persona lo vive de una manera: la suya propia. De lo que quiero hablaros y que ha motivado el post de hoy, es el enfoque erróneo que puede surgir tras cometer un error, sea el que sea. 
No sé si has visto el vídeo. El jurado considera una mofa el plato que ha preparado el chico ("León come gamba") y que consiste en una patata casi cruda, pimiento asado, unas hebras de azafrán y un gazpacho de fresas, si no recuerdo mal... 


El jurado muestra su enfado ante lo que consideran un insulto a su inteligencia, y añaden que el chico se la ha intentado colar, pero no ha colado. Ante ésto, el chico trata de explicar que no ha sido su intención. A partir de este momento, entra en un bucle muy muy negativo. Agranda este error y decide que no va a volver a cocinar, que no va a pedirle salir a la chica que le gusta y que se va a meter en un pozo... 

Errores que este chico cometió tras recibir el juicio del jurado:
  1. Perder la perspectiva: es un concurso y eres aprendiz.
  2. No vales lo que valen tus resultados. Que no se te olvide. Somos más que lo que producimos. En ocasiones colocamos nuestra valía en las cosas que hacemos y en si las hacemos bien o mal, si le gustan a otras personas o no... VALEMOS porque sí, sin más, y no depende de nada de lo que hagamos. Somos seres imperfectos, que hacemos lo que podemos en cada momento con lo que somos y traemos. Nada más. 
  3. Cabe la posibilidad de equivocarnos. SIEMPRE. Aunque no queramos, aunque pongamos todas nuestras energías en que no suceda, y sobre todo, aun siendo excelentes personas. Es lo que hay.
Lo que es cierto es que este chico es más que un plato puntual que cocine, ahora o dentro de 20 años, que su vida no se resume a un concurso, y que con un buen enfoque será feliz y próspero en todo lo que emprenda y viva. 

¿Y tú?, ¿qué errores cometes cuando te equivocas?, ¿cómo recibes las críticas?, ¿qué enfoque tienes frente a los errores?

domingo, 12 de octubre de 2014

La cruda realidad de Octubre...

Hace días que vengo pensando en escribir este post porque creo que puede contribuir a la tranquilidad de muchas personas... si, si... cuando yo misma fui consciente de lo que me pasaba, fue un gran alivio. Y creo que cuando os lo explique, también sentiréis alivio vosotros/as... al menos algunos/as de vosotros/as.

¿No te pasa que cuando llega septiembre te sientes cargado/a de energía? ¿con ganas de conquistar el otoño? ¿de alcanzar nuevos horizontes?... Claro, Septiembre cierra el verano y a tu alrededor vas a encontrar personas con espíritu reformista, con ganas de hacer de la época que llega un momento para los cambios deseados. Tú mismo/a puedes ser esa persona con ganas de cambios, o simplemente contagiarte de las que son así.

¿Y no te pasa que cuando llega octubre, esa energía ya no está al mismo nivel y te parece que no lo conseguirás y/o te desmotivas? Bien... ¡No eres el único! ¡No eres la única que se siente así! 

Cuando llega Octubre se produce algo bastante curioso:

  • la realidad se impone y no es exactamente igual a lo que nos imaginábamos en Septiembre. ¡Hay que esforzarse!
  • el espíritu ese reformista que te poseyó durante el mes anterior se relaja y apacigua.
  • La meteorología cambia, y queramos o no, nos afecta.

Uf, y... ¿qué hacer para paliar los efectos de Octubre?

Atento/a:
  • Vuelve a retomar tus objetivos. Piensa en aquello que querías renovar en tu vida y trata de conectar con ello. ¿Para qué lo quieres conseguir? ¿en qué te beneficiará? ¿qué aportará a tu vida? ¿cómo te hará sentir?
  • Después organiza la acción que deberás llevar a cabo. Establece pequeñas metas consecutivas, y ocúpate sólo de una cada vez. 
  • Disfruta de cada aproximación a tu objetivo que hagas. Será tu alimento para continuar y siempre tener fuerzas.
  • Y por último, no te olvides de mantenerte ENFOCADO/A.
Escuché a Will Smith decir una vez que no debes generar un plan B cuando estás con el plan A, porque te distraerá de tu verdadero objetivo que es cumplir con el plan A. ¡¡¡Enfoca!!!


Y ahora... ¡¡¡¡a por Octubre!!!!



martes, 7 de octubre de 2014

¿Qué es lo que ves?



Hola de nuevo... Antes de explicarte nada, te invito a que veas este vídeo. Puedes preferir no darle vueltas al mensaje que te transmita, sin embargo yo te invito a que te permitas dejarlo entrar y dejar que crezca dentro de ti. Luego te explico por qué...
¿Preparado/a? Dale al play...


Ahora que lo has visto te pregunto: 

  • ¿cuántas veces la vida te ha sorprendido y aquello que pensabas que iba a ser, luego no fue? 
  • y ¿cuántas veces te rendiste porque no "veías" qué hacer en una situación? 
  • ¿cuántas veces has tratado de hacer algo sólo de una forma porque era "la forma" en que se hacían las cosas? 
Y podría seguir y seguir... Te animo a que pienses es tu vida como en esa pastilla blanca de jabón. Y que te imagines una herramienta en la mano para tallarla... ¿Qué forma quieres que tenga? ¿Cómo quieres que sea? y es que tú tallas tu vida constantemente, aunque te lo cuentes al revés. Hay cosas inevitables en la vida (como que tu pastilla sea blanca), pero tú decides qué hacer y cómo interpretar esa pastilla que se te asigna. Incluso puedes cambiarla de forma cuantas veces puedas. Puedes comenzar haciendo un dinosaurio y pasar después a cambiarlo de forma y hacer un coche, o cualquier otra figura siempre y cuando te quede material (tiempo). Tienes una herramienta poderosa entre tus manos que se compone de visión+toma de decisión+acción+constancia. 
¿Eres de las personas que se queda a medias?... ¿De verdad vas a usarla a medias??? no me lo creo!! Si visitas este blog es porque quieres mejorar cada día, así que agarra tu herramienta de tallar jabón y crea tu realidad desde hoy mismo...

¿Qué forma le darás?




domingo, 29 de junio de 2014

No te engañes... tú también haces sufrir

Hoy quiero proponeros una reflexión que se me ocurrió porque este fin de semana estuve en una boda. Conocí a gente nueva y tuve estupendas conversaciones. Y en una de ellas, una mujer muy guapa y llena de vida me contaba que tenía 40 años, estaba divorciada y tenía dos hijos (el mayor de 18 años). Quienes estábamos en la conversación le devolvíamos lo maravillosa que estaba y lo poco que aparentaba tener 40 años, y mucho menos dos hijos de esas edades.  
La cosa es que ella nos confesó que esa belleza externa que nosotros/as veíamos, era el reflejo de lo bien que se sentía por dentro. Sin embargo no siempre había sido así. Su vida no había sido nada fácil. Había sido madre joven, en un pueblo andaluz, donde la criticaron por ese hecho, separada después, y estuvo en boca de todo el mundo durante años. Me confesaba que vivir de acuerdo a lo que se esperaba de ella era lo único que podía salvarla del escarnio... a los 30 años decidió marcharse y ser libre, feliz por fin en otro lugar. Decisiones duras que tuvo que tomar porque la presión era muy muy grande. 

Y yo pensaba después en lo difícil que debió de ser para ella, tan joven y con dos niños; y llegar a tomar decisiones que le cambiarían la vida, y traerían otras consecuencias. Y todo porque otras personas no podían respetar sus equivocaciones, elecciones y decisiones.

Pero claro, de repente me di cuenta de que todos/as hacemos eso en el día a día con quienes tenemos cerca. La gran mayoría de veces sin ser conscientes de esa actitud nuestra, pero ahí está... 
Es posible que no en casos como el de esta chica, pero sí en otros más triviales, más ligeros. 

Yo te animo a que revises tus últimas semanas y te plantees en qué momentos has podido ejercer presión sobre otra persona sólo por no haber entendido su elección, o por no haberla respetado plenamente. Incluso me atrevo a que lo cambies y le des la vuelta a la situación. Estoy absolutamente segura de que la persona que reciba tu cambio te devolverá sólo cosas buenas. 

Nuestras creencias y valores nos marcan el camino a seguir, pero sólo el nuestro. Otras personas tienen sus propios valores y por ello también sus propias sendas a seguir. Y no es malo, sólo distinto... Al final lo único importante es que nos respetemos y que nos juntemos con aquellas personas que comparten nuestra forma de ver la vida y de vivir. No es necesario que seamos iguales... En realidad, somos distintos. ¡¡Y menos mal!!
Recuerda que no hay un único camino... y disfruta del aprendizaje.

sábado, 21 de junio de 2014

¿Sabes cómo se quita el miedo?

La vida es una caja de sorpresas. Ya lo decía Forrest. Yo desde que fui mamá, aprendo y aprendo, y disfruto de sorpresas preciosas... y me gusta que quienes sois papás y mamás, o educadores /as podáis vivir esas sorpresas tan entrañables.

Hoy quiero contaros una anécdota que me ocurrió hace unos días con mi hija. Ella estaba jugando con otros niños en un PlayKing. Yo estaba hablando con otros papás y mamás mientras tomábamos nuestras hamburguesas. De repente apareció de la nada, angustiada y diciendo: "Mamá, no puedo subirme al "castillo". ¡Me da miedo! ¡Está muy alto!".  Su cara lo decía todo... Se veían sus ganas de subir pero también se percibía el miedo intenso a hacerlo... Sin más le dije: "¿Sabes cómo se quita el miedo? Se quita haciendo eso que te da miedo. Así desaparece. ¿Quieres probarlo? Ve y sube sin pensarlo". Me miró muy seria y me dijo confiando en mis palabras: "Vale".  ¡Y se fue!
Al cabo de unos minutos vino corriendo a mi y me dijo: "Mamá!!!  he subido!! no tengo miedo!!!"
También en esta ocasión su cara lo decía todo: se sentía LIBERADA. No podía ser más feliz. Se pasó la tarde subiendo y bajando del castillo improvisado. 

Para mi la clave estuvo en su CONFIANZA. Confió en mis palabras y también en que lo lograría. Y no hubo más. El resto fue historia. 

Las personas adultas también tenemos la opción de CREER, de CONFIAR. Porque es una opción. Al igual que no creer o no confiar. Lo que pasa es que una te lleva más lejos que la otra. 

Yo escojo la primera. Al menos viviré más experiencias. La vida se trata de vivir. Mejor dicho... VIVIR.

¿Y tú?¿Qué decides?

martes, 10 de junio de 2014

Sin miedo a lo que venga...

Lo primero que quiero es disculparme por la tardanza en escribir. He tenido unos meses realmente movidos y mis tiempos se han visto reducidos por las mil y una cosas que tenía entre manos. Sigo con mucho lío, pero no quería dejar pasar más tiempo. Gracias por vuestra paciencia :)

Hace unos días me ocurrió algo que me sirvió de aprendizaje. Fue una cosa sencilla, de esas que seguramente pasan a diario y de las que no nos percatamos. Sin embargo, esta vez tuve la suerte de darme cuenta y tomar el aprendizaje que de eso salió...  Mejor os cuento:

Estábamos cenando mi marido y yo una noche de estas.Ya habíamos llegado al postre. Él había escogido unos nísperos, y yo le observaba en medio de la conversación que manteníamos. Hasta aquí todo normal :)
Cogió el primer níspero, le dio un buen bocado y de repente le cambió el gesto. Estaba amargo... su cara lo decía todo. Sin más, lo dejó en su plato y cogió el siguiente. Para mi sorpresa, con rapidez y sin temor a repetir la experiencia, mordió con gusto el siguiente níspero. Yo pensaba (inconscientemente según me di cuenta) que mordería con miedo o con desconfianza la siguiente fruta, pero no! ni se lo pensó no le condicionó para nada la experiencia. Como si de sucesos independientes (en probabilidad matemática) se tratara... así trató al níspero segundón. Y es que... ¡¡¡eran sucesos independientes!!!

¡Me encantó! 

¡¿Cuántas veces hacemos algo, fracasamos y no volvemos a repetir la operación por miedo a obtener el mismo resultado?!
¡¿Cuántas veces vamos con miedo a hacer aquello que nos explotó en la cara cuando no lo esperábamos?!

Cuando la situación es distinta, los elementos son distintos y nosotros/as mismos/as somos distintos.... ¿por qué temer? ojalá nos llenáramos de confianza en el futuro, en la vida, en nosotros/as cada vez que hacemos las cosas... 

Yo me cuestioné mis comportamientos gracias a ese simple momento. Para mi fue revelador. Y he decidido decidir cómo vivir las segundas experiencias. 

¿Y tú?, ¿qué decides?