Al revisar lo artículos que los diferentes medios de prensa escrita han publicado con motivo del Día Internacional de
Entonces me surge esta pregunta: ¿cuánto tiempo pasamos hablando de lo que nos falta en lugar de lo que somos?; ¿qué espacio dedicamos a las necesidades y carencias de la mujer en vez de a sus fortalezas y capacidades?
A veces me pregunto si no forma parte de la misma trampa hacer que en la mayoría de las ocasiones el enfoque sea lo que las mujeres aún no han “conquistado”, en lugar de centrarnos en reconocer nuestras capacidades; claro, que de hacerlo así el discurso que avala las desigualdades no se sostendría.
Que quede claro que no hablo de parar la denuncia, ésta debe persistir para promover y provocar el reconocimiento social; hablo de la forma sutil en que se presentan en los medios “las carencias” de un sistema, asignándolas a las capacidades individuales.
Se me ocurre invitaros a preguntarle a un hombre que tengáis cerca si cree que la igualdad entre hombres y mujeres es real; después intentar dilucidar de su respuesta, sea positiva o negativa, si se culpabiliza a las mujeres de aquello que aún les falta o si se asume parte de la inviabilidad de la igualdad.
No basta con un reconocimiento legal – imprescindible, por supuesto, pero insuficiente- es necesario un cambio en la conciencia colectiva que deje de culpabilizar y asuma su responsabilidad en el cambio.
Es importante recordar que cuando le pedimos un cambio a la sociedad, en realidad, ese cambio pasa por cada uno de nosotros, por cada una de nosotras.
Yo soy en la medida en que me reconozco y convivo contigo, para ello he de reconocer tu legitimidad y por supuesto
¿Dónde te colocas tú?
Patricia Moreno
No hay comentarios:
Publicar un comentario