Hace unos días leí un artículo acerca de las ventajas de ser solter@ y me llamó la atención cómo la redactora hacía especial hincapié en la posibilidad de hacer en cada momento lo que un@ desea. La libertad se convertía para ella en esa preciada moneda de cambio a la que un@ renuncia cuando elige estar en pareja.
¿Es ese el precio de tener a alguien durmiendo a tu lado cada noche?
Durante la mayor parte de mi vida adulta he sido soltera: feliz y soltera.
Desde hace un tiempo vivo en pareja: feliz y en pareja.
Cada estado tiene sus particularidades pero ni la felicidad, ni la libertad han dejado de formar parte de mi vida.
Perdemos la libertad cuando dependemos de algo o de alguien, pero la dependencia no tiene porque ser sinónimo de estar en pareja. Yo sigo siendo yo, y además, tengo pareja. Una pareja con la que comparto, negocio, camino y de la que muchas veces me distancio (físicamente) para hacer cosas sola o con amig@s, familia etc.
En el artículo que os mencionaba se llegaba a decir que al estar soltera no te tienes que vestir para nadie en concreto, sino que eliges en todo momento por y para ti. Bien, he de deciros que cada mañana, cuando me miro en el espejo, sólo y exclusivamente pienso en mí: si me gusta o no me gusta; si es apropiado para el sitio en el que estaré, si el calzado será cómodo para el día que me espera…… Exactamente igual que cuando me vestía los años en los que vivía sola.
La pareja no puede o no debe ser sinónimo de dependencia o de falta de libertad. Estar en pareja supone, al menos para mí, elegir el camino que considero apropiado para mi vida sabiéndome acompañada, respaldada y respetada…… porque, eso sí, mi pareja también ha elegido libremente recorrer ese mismo camino.
Patricia
1 comentario:
hay de todo...es cierto que una vez que aprendemos a estar solas (la mayor de las veces, forzadas, x decisión, x no encontrar la pareja justa, x no encontrar el amor, debemos adaptarnos y ser solas realizadas y completas)..pero creo k cuando una mujer se enamora realmente de alguien k merece la pena, se olvida de toda la independencia adquirida para renunciar en parte a la convivencia con el ser que ama, lo demás es pura justificación! que ni me lo cuenten.
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