Desde que he sido mamá por segunda vez, he retomado ese estado de calma y dedicación plena a otro ser. Ahora y durante un corto espacio de tiempo (así lo vivo yo, sin duda), todas mis energías son para mi familia. Y precisamente en una de esas actividades diarias relacionadas con el cuidado a mis peques, surgió una reflexión personal. Os cuento cómo llegué a ella:
Para recoger a mi hija de la guardería, paso a diario por un terreno junto a un colegio que generalmente es tierra casi seca, tan solo adornada por algunas hierbas que sobreviven a los pisotones de los niños y niñas que corretean por ahi... Ese suele ser el escenario...
Sin embargo, hace unos días comenzó a llover, con intensidad. Cuando volví a pasar por ese terreno a la vuelta del fin de semana... era VERDE!!!!! completamente VERDE!!! lleno de plantas altas, llenas de vida, y cubriendo prácticamente todo el suelo!!!
De repente algo en mi se despertó y pensé: "Así somos las personas; llenas de semillas aletargadas esperando a la lluvia que las despierte".
Para mi, esas semillas pueden ser mil cosas: tu pareja, un coach, un/a profesor/a, tu autoconfianza.... algo o alguien que de alguna manera abre la puerta de aquello que guardas en tu interior y que está listo para desarrollarse fuera de ti, dejando ver tu grandeza.
Recuerda que tienes mucho que ofrecer, que mucho de eso está enterrado en la tierra, y que sólo necesitas un poco de lluvia para hacer que salga con todo su potencial.
Asi que...
¡¡Llena de agua tu vida!!
4 comentarios:
¡Hola Laura! Me encanta tu reflexión. ¡Qué cierto es lo que dices! Un abrazo ;)
Hola MPaz! muchas gracias por tomarte el tiempo de leerlo y comentarlo. Para mi es un honor!
Un fuerte abrazo, amiga mia!
Laura
Una reflexión preciosa... todos tenemos mucho que ofrecer, solo se necesita un empujoncito, feliz tarde
Que gran reflexión Laura, me ha encantado. Vamos a intentar llenar cada día un poquito más de agua nuestra vida :-)
Un beso
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