¡Enhorabuena!

Este es el saludo más habitual hacia quienes acaban de tener un bebé, se felicita a la mamá y al papá porque un nacimiento resulta siempre algo espectacular, algo extraordinario. Sin embargo, pocas veces damos la enhorabuena al bebé por el padre y la madre que le ha tocado; los que han permitido que esté aquí y los que le cuidarán a partir de ese momento.

Por eso quiero aprovechar este espacio para darle la enhorabuena a Aitana, la preciosa niña que hace pocos días trajo al mundo Laura.

Enhorabuena porque ha nacido en el seno de una familia afectuosa, sincera, cercana y cuidadosa. Porque de su madre aprenderá a ser persona: la persona que ella decida ser, pero siempre con la certeza y la tranquilidad de saberse valorada, respetada y amada.

Enhorabuena porque cuando escuche la voz susurrante de su madre le ayudará a sentirse en paz y encontrará la sensación mágica que permite a las personas sentir en un@ mism@ el corazón de otr@.

Enhorabuena porque siendo mujer la respetarán en sus decisiones, fomentarán su desarrollo y siempre se sentirá escuchada y reconocida. Precisamente por ser mujer crecerá rodeada de ilusión pero no de mitos ni cuentos de hadas que limiten su pensamiento y su acción.

Enhorabuena Aitana, porque tu madre es una gran persona; sencillamente eso, grande por lo que dice y por lo que hace. Y también grande cuando simplemente te mira y deja que el silencio haga su trabajo.

Patricia