Hace tiempo que quería escribir acerca de este tipo de personas. .Hace algunos años, una amiga de la universidad me habló de ellos/as, pero no me había topado nunca con ninguno/a. Sin embargo, hace unos meses entró en mi consulta de psicoterapia una chica que me dijo: “Tengo un amigo que dice que soy un vampiro emocional. Dice que le quito la energía a las personas que me rodean”. Este comentario volvió a alimentar mi idea de recuperar este tema para el blog… y aquí está. Con motivo de Halloween he creído adecuado finalmente ponerme manos a la obra.
Es muy posible que tú, lector/a que lees estas líneas, también te hayas topado con este tipo de personalidades, e incluso que forme parte de tu presente. Lo que yo te puedo contar es lo siguiente:
- No son malas personas. En realidad son esencialmente egoístas, y en muchas ocasiones, inmaduros/as. De ahí que no se planteen las consecuencias de sus acciones.
- En esa misma línea, se comportan como si tus necesidades no fueran importantes. Y es así como lo viven.
- Todo es maravilloso si tus necesidades coinciden con las de ellos: se convierten en maravillosos/as amigos/as, trabajadores/as entusiastas, compañeros/as cariñosos/as y buena compañía en general. Pero todo cambia cuando tus necesidades entran en conflicto con las suyas.
- Si se equivoca, no obtendrás un reconocimiento del error. Siempre es el resto del mundo el equivocado y quien resulta hiriente.
- Es muy difícil que cambien su comportamiento porque en realidad no perciben sus errores.
- Una frase que les encaja es: “Lo quiero todo, y lo quiero ahora”. Y te puedo asegurar que buscarán la manera de quedarse con aquello que quieren. Cueste lo que cueste.
Así son ellos/as, pero… ¿cómo son sus víctimas?
Hay dos tipos de víctima:
- personas débiles de carácter que no pueden verle sufrir
- personas que desprenden mucha energía positiva y que ofrecen su ayuda sin esperar reciprocidad
De manera desinteresada, abierta y confiada, la víctima lo invita a entrar en su vida y él so ella se aprovechará de su energía. Querrá que ésta sea su confidente, su salvador y su todo y tarde o temprano advertirá que ha cargado con un peso insoportable. Necesita alimentarse de su energía, sin entregar nada a cambio. Tiene miedo a perderla, porque sin ella no es nadie. Mientras, la víctima ignorante, traduce esta dependencia de su agresor en sentimientos y emociones.
¿Cómo podemos salir airosos de una relación con este tipo de personas?
- Estableciendo límites, firmes y constantes.
- Estar preparados/as para las contingencias
- Ser consistentes
- Mantener los discursos al mínimo
Están entre nosotros/as. Son personas normales, que no llaman la atención especialmente, pero que pueden causarte un gran dolor emocional.
Si detectas que te quedas sin energía al final del día y tu estado de ánimo va empeorando poco a poco, echa un vistazo a tu alrededor, por si acaso…
¡¡¡¡FELIZ HALLOWEEN!!!!
3 comentarios:
Yo tambien me siento identificado. ¡Todos mis jefes han sido vampiros emocionales! Lo quieren todo y lo quieren ya.
Ahora en serio, creo que la descripción de vampiros emocionales es un eufemismo para describir a la gente que engloba a partes iguales una buena dosis de EGOISMO, EGOCENTRISMO, NARCISISMO, mezclado una suave salsa de INTOLERANCIA A LA FRUSTRACION.
Un beso a todos
Jorge
Hola amigos/as,
muchas gracias por compartir vuestra reflexión y experiencia. Efectivamente al poner tierra de por medio tras percatarnos de su perverso efecto en nosotros/as, se acaban los problemas.
Es agotador tratar de modificar nuestra relación con una persona así por el hecho de que hay que ser muy sonsistente (ellos/as siempre tratan de serlo más aún), pero no es imposible.
Os felicito!!
Yo tuve una experiencia hace ya mucho con un "maestro". Fuí a una charla y salí realmente enferma, en aquel tiempo no sabía lo que me pasaba y ma aún habiéndo difrutado tanto de la charla, que gran mentira.
Creo que debemos de ser muy concientes de nuestra energía y preervarla, estas persona están cargadas de ego, su energía es muy densa y el ego, no conoce otra forma de alimentarse.
Un besito Laura y gracias por recordarnolo.
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