lunes, 2 de julio de 2012

Mamá, papá: SOY ASI

Una de las cosas que más me gusta de mi maternidad es la de descubrir día a día cómo es mi hija de casi dos años. Desde hace unos meses, ella es tímida. En relación a ésto, hice un aprendizaje recientemente. Os lo cuento:
Estábamos algunos miembros de mi familia y yo disfrutando de tiempo juntos cuando de repente, llegó mi marido con mi hija y alguien le dijo a ella: "Ven cariño, ven a darme un beso". Como no tenía mucho trato con esa persona, Aitana no quiso acercarse y empezó a expresar su vergüenza mediante gestos. Esta persona insistía e insistía, y comenzaba a notarse una pequeña irritación en su voz al no conseguir su propósito. De repente, me vi diciendo: "Es que es muy tímida". Sé que darme cuenta de la irritación de mi familiar fue el elemento disparador de mi respuesta. Cuando ya estaba en casa, meditando lo que había ocurrido (algo en mi interior no había quedado en paz), fui consciente de dos cosas:
  • En muchas ocasiones las personas adultas no respetamos la forma de ser de nuestros/as peques. Eso fue lo que hizo mi familiar al tratar una y otra vez de conseguir el beso de mi hija a pesar de que ella no estaba preparada para ello. ¡Incluso se irritó!
  • Tratamos de justificar ante otras personas la personalidad de nuestros/as hijos. ¡Como si hiciera falta! Este fue mi error y mi aprendizaje. Mi intervención hubiera sido más útil si hubiese ayudado a esa persona adulta a darse cuenta de su irritación y de su no respeto a la personalidad de mi hija en este caso.
¿Por qué nos empeñamos en hacer a nuestros pequeños/as como creemos que deben ser?, ¿hay algo malo en ser tímida?, ¿pasa algo si dejamos que su ritmo de desarrollo sea el que es?, ¿podemos las personas adultas asumir la diferencia en paz?, ¿todos los niños y niñas deben ser iguales?, ¿cuál es la amenaza?...

Yo aprendí a respetar más a mi hija y no defenderla ni justificarla de lo que no hay que defender ni justificar. Ella es así en este momento de su vida. Mi propósito es acompañarla en este viaje que hemos comenzado juntas y que sin duda nos enseñará a las dos, aunque yo deba guiarla en mayor medida en este periodo.

Y tú, ¿cómo te comportas con los/as niños/as?



3 comentarios:

Katy dijo...

Genial Laura, has dado con el quid de la cuestión. No tenemos que justificar nada y menos para complacer a nadie. Un adulto debería entender eso. Si supieras la de sapos que me gané por mi familia y al final mis hijos pagaron el pato. Ahora lo veo en mis nietos. Jamás les forzaría
hacer algo para complacer a nadie, Eso es un chantaje.
Al menos no le has dicho, "Anda dale un beso a fulanita"
Bss
Aprovecho para despedirme hasta setiembre. Que tengas un feliz verano

Inma dijo...

No puedo estar mas de acuerdo contigo, y no solo porque el desarrollo de la propia personalidad es un derecho fundamental de la infancia , es que ademas el cariño (p.ej. un simple beso) no se exige.
Un fuerte abrazo
Inma

Bárbara dijo...

Me encanta tu frase del párrafo final, "... no defenderla ni justificarla de lo que no hay que defender ni justificar".