miércoles, 12 de agosto de 2009

El lenguaje que nos dedicamos

Cuando aprendemos a hablar, o cuando le enseñamos a nuestros/as hijos/as a hacerlo, no nos paramos a pensar más allá de lo que supone inicialmente: la capacidad de comunicarnos con el exterior, con el resto de personas. La realidad es que, efectivamente sirve para que nos comuniquemos con los/as demás, pero también con nosotros/as mismos/as. Y es que las palabras que nos dedicamos, el lenguaje que utilizamos para describirnos o describir lo que hacemos, es tremendamente determinante. ¿Te has descubierto alguna vez diciéndote a ti mismo/a: es que soy tonto/a, no soy bueno/a en esto o aquello, etc.?

Pues te digo que esas palabras que nos decimos en ocasiones algunas personas, especialmente cuando se convierte en una costumbre, nos limitan, nos bajan la autoestima y nos estancan.



Observa cómo te hablas y sabrás más de ti. Dedícate bonitas palabras y sobre todo cuéntate las cosas en positivo. Eso te hará avanzar y evolucionar. ¡Quiérete!

Laura

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