lunes, 28 de mayo de 2012

Los niñ@s y la muerte

Hoy he querido rescatar este tema por la importancia que tiene abordar adecuadamente esta cuestión con nuestros/as hijos/as. Tengo una maravillosa jovencita en terapia que llegó a mi porque su duelo se había cronificado, e incluso veía a varios de sus familiares que ya no están entre nosotros/as. Tras hablar abiertamente de cómo ha sido este proceso, descubrimos que una de las dificultades que ha tenido para elaborar su duelo ha sido la falta de información acerca de cómo se desencadenaron las muertes en cuestión, y en general de los detalles que ella necesitaba para completar su proceso. Su padre y madre consideraron que la protegían si le ocultaban datos o le proporcionaban información irreal. Ocurrió todo lo contrario.

Y es que las personas adultas, en ocasiones, no sabemos cómo tratar este tema con nuestros/as pequeños/as por muchos motivos:
  • consideramos que no serán capaces de asimilarlo adecuadamente y que es mejor esperar a cuando sean más mayores.
  • queremos protegerlos de una de las pocas certezas que tenemos cuando llegamos al mundo: la muerte.
  • no sabemos si lo haremos bien.
  • nos causa mucho dolor enfrentar ese momento y/o pensamos que no hablarlo hará que se pase antes.
  • lo consideramos un tabú.
  • sentimos que no tenemos todas las respuestas...
Es importante que sepamos que los/as niños/as son personitas más fuertes de lo que pensamos, y que, a su manera, son conscientes de la muerte desde bastante pronto. Ven pequeños animalitos inertes (pajaritos, gusanos, lombrices...) cuando juegan en el parque, caminando por la calle, o en los videojuegos, televisión...

Quiero facilitaros algunas claves para tratar el tema de la muerte con los niños/as en caso de veros en esa tesitura:

  •  Es fundamental que te muestres receptivo/a a los intentos de comunicación de tus peques cuando estén preparados/as para hacerlo. No tiene por qué ser cuando alguien cercano haya muerto. Frecuentemente en televisión aparecen noticias acerca de funerales de personas famosas. Puede ser un buen momento para explicar y/o responder a las preguntas que nos hagan los/as niños/as.
  • Dales explicaciones sinceras. Si estamos tristes, nuestro cuerpo lo delata, asi que es mejor no dar dobles mensajes.
  • Ante las preguntas, responde con lenguaje sencillo, adecuado a la edad de tus peques, sin extenderte demasiado, haciendo que las explicaciones sean breves, sencillas y fáciles de entender.
  • Escucha y acepta las emociones de tus hijos/as. Esto será primordial para que vuelvan a acudir a ti a que les ayudes a elaborar su duelo y a resolver cualquier cuestión futura.
  • No te muestres a la defensiva. Mantente abierto/a sus preguntas. Si no tienes respuesta a su pregunta, no trates de inventar. Las mentiras pueden generar desconfianza e inquietud. Simplemente hazle partícipe de tu desconocimiento. Ellos/as perciben nuestras dudas, así que no trates de ocultarlas.
Si tienes cualquier duda, o te estás enfrentando a esta situación pero necesitas una mayor orientación, ponte en contacto conmigo y juntos/as veremos la solución a tu necesidad.


 

martes, 15 de mayo de 2012

Volar cometas por el cielo...

Hace 4 días tuve la suerte de acudir al concierto de La oreja de Van Gogh en la sala La Riviera. Seguramente estaréis pensando: "¿Y qué tiene que ver un concierto con algo de crecimiento personal?"
Os lo cuento:
  1. Las personas debemos cuidar nuestro ocio, darle espacio a nuestras diversiones y emociones. Para poder afrontar el día a día de manera saludable debemos encontrar momentos para uno/a mismo/a. Puede ser momentos de soledad, o momentos en grupo (amistades, familia, ¡e incluso conciertos!). Este tipo de actividades, aunque parezcan insignificantes o poco importantes para algunos/as, son fundamentales para fomentar nuestra autoestima, sentir que formamos parte de un grupo mayoritario, tener otras referencias y opiniones, y un largo etcétera de beneficios.
    Este concierto fue una maravillosa forma de darme ese cuidado personal, de atender a mis necesidades y de disfrutar el tiempo libre con mis seres queridos.
  2. Durante el concierto, quienes estábamos apoyando al grupo, cantábamos al unísono las canciones, levantábamos las manos en la misma dirección, gritábamos a pleno pulmón, y en definintiva... ¡hacíamos cosas a la vez! cientos de personas unidas en un mismo espacio, por un mismo gusto musical, y colaborando para divertirse y devolverle al conjunto musical el buen rollo que transmiten sus canciones. ¿No es genial? Tuve suerte de poder volver a ver uno de esos momentos en los que personas desconocidas nos juntamos para vivir en grupo y para el grupo. Tomé conciencia de nuevo de la maravilla que es el ser humano cuando se lo permite a si mismo. ¿Por qué no adoptar esa forma de vivir en cada momento?
  3. Una de las canciones que sonaron ese día fue la que escribieron en memoria del 11M. El recuerdo de las personas que ese día murieron por parte de otras que pudieron o no conocerlas, sin duda es un motivo de orgullo, pero sobretodo constituye una forma de honrar y celebrar las vidas que se perdieron. Esto también es fundamental para familiares y amigos/as de quienes vivieron las pérdidas de manera directa, porque les ayuda a sentir paz interior, y gratitud hacia quienes apoyan su dolor.
Somos capaces de hacer grandes cosas, tanto a nivel individual como en grupo. Si te fijas en el día a día, hay motivos para retomar esta filosofía de cuidado personal y como grupo. Ambas cosas son perfectamente compatibles, y además necesarias.

¿Te animas a vivir así?
  

viernes, 4 de mayo de 2012

Niños y niñas emocionalmente inteligentes

Ayer, mientras que caminaba por la calle, escuché  una conversación preciosa entre una madre y su hijo pequeño a la salida del colegio:

- ¿Te ha gustado el sandwich?
- Si, mamá. Me ha gustado mucho.
- ¡Qué bien, hijo!, ¿prefieres el bocadillo normal, o comer cosas distintas?
- Comer cosas distintas. Eso me gusta mucho.
- Entonces variaremos los almuerzos que te lleves al cole. ¡Genial! Oye, y ¿qué tal te lo has pasado en el recreo?
- ¡Muy bien!, he jugado con todos mis amigos...
- Y... ¿a qué habéis jugado?...


Toda esta conversación, y sobre todo el amor y ternura que se desprendía de las palabras de los dos, tiene un valor importantísimo en la educación y crianza de este niño. ¿Por qué? porque esta madre le ha enseñado varias cosas a su pequeñín:
  • AFECTO. Al demostrar interés por los gustos, juegos, experienciad de su hijo, ese niño se ha sentido valorado, querido, sostenido, y tenido en cuenta. A nivel emocional ésto no tiene precio.
  • PREGUNTAR ADECUADAMENTE. Esta mamá no ha hecho preguntas únicamente de sí o no. Ha dado la posibilidad de elegir entre varias respuestas (opción múltiple), y también ha empleado la pregunta abierta. Sobre todo esta última permite que el pequeño se extienda en su explicación, que rememore las vivencias, que se abra a su madre. Además, esta mamá continuaba preguntando acerca de lo que su hijo le contaba. ¡Fantástico!
  • INTELIGENCIA EMOCIONAL. Otro de los aprendizajes que este pequeño seguramente haga gracias a esta madre, es el de valorar a los otros/as, tenerles en cuenta, interesarse por sus experiencias y gustos... No está nada mal, ¿verdad?
Y tú, ¿haces esto con las personas que quieres?